sábado, 24 de julio de 2010

LAS ENSEÑANZAS DEL DALAI LAMA 2ª PARTE: LAS ENSEÑANZAS DE SUMUR

El día 21 de julio comenzaron las enseñanzas del Dalai Lama en Sumur. Alicia se levantó bastante antes que yo y fue a coger sitio, así que cuando yo llegué tranquilamente tenía un estupendo trozo de suelo en primera fila del lateral de la explanada arbolada, delante del monasterio de Sumur.

El lugar estaba repleto de gente. Inmediatamente delante del escenario y a la derecha, los monjes y personalidades destacadas; a la izquierda, los extranjeros. Y detrás, los locales.



Antes de las 9 de la mañana hizo su aparición el Dalai Lama entre sonidos de trompetas y tambores. Todos los asistentes se pusieron en pie y juntaron sus manos en señal de respeto y algunos realizaron postraciones.

El Dalai Lama saludó en todos los sentidos y sonriente, comenzó sus enseñanzas.


Los turistas somos tratados con especial deferencia en todas las enseñanzas colocándonos siempre cerca del orador,  y es que nuestra función es importante en el mundo tibetano: ayudar a expandir y mantener su cultura en el resto del mundo y servir de acicate a las reivindicaciones del pueblo tibetano.

Debíamos ser unos doscientos extranjeros, una cifra muy inferior a las habituales en las enseñanzas en otros lugares, pero lo recóndito del lugar y las dificultades para obtener permisos me permitía estar en una situación única.

Había dos o tres grupos de españoles que habían llegado hasta el lugar para las enseñanzas. Uno de ellos estaba comandado por Pepe, un amigo budista de Alicia que se había traído a una traductora de tibetano-inglés al español que trabaja en Dharamsala. Gracias a un emisor de radio sintonizado en el 91.1 de la FM podía escuchar la enseñanza en castellano. Pero la cosa no era fácil, al lado mío tenía el altavoz con la traducción en inglés y se me solapaban demasiado todos los sonidos como para enterarme bien de todo lo que el Dalai Lama contaba.

El soberano en el exilio, siempre muy sonriente, daba su enseñanza en tibetano riendo y gastando numerosas bromas, mientras simultáneamente era traducido al inglés para los extranjeros, perdiendose muchos detalles en el camino; luego pasaba por el filtro en castellano y así hasta mis oídos, que finalmente no se enteraban de casi nada. Cuando terminaba un largo párrafo, el traductor de ladakhi, lengua descendiente del tibetano pero distinta, explicaba la enseñanza para los locales.

Antes de que a todos los oyentes nos entrara el hambre, monjes y voluntarios empezaron a repartir panes y té para todos los asistentes, que el Dalai Lama está en todo.


Las enseñanzas duraron desde las 9 hasta las 12, después hubo un descanso y a la 1 comenzó un debate espiritual, entre palmadas, con los monjes del lugar. El Dalai Lama, acompañado del Sar Rimpoché, el lama del valle de Nubra, escuchaba atento a lo debatido. Aquí ya no había traducción, pero me puedo imaginar de lo que hablaron: temática budista.

No me aburrí en absoluto pues anduve haciendo fotos a diestro y siniestro, colocándome en última instancia delante del escenario, aunque un poquitín alejado.


El espectáculo humano era fantástico pues todos los ladakhis vestían sus mejores galas, y sentados en corrillos familiares, repartían sus sonrisas. Los monjes, desde niños a ancianos, también llenaban el espacio de color, rojo, para más detalle.


La tarde la dediqué a charlar con Alicia, mujer de verbo irrefrenable.

Al día siguiente repetimos la operación. Alicia marchó antes a coger asiento y yo me incorporé poco antes del comienzo de las enseñanzas. La duración de las mismas fue como las del día anterior. Esta vez no estábamos en primera fila, pero sí en tercera, que para el caso era lo mismo.


Cuando terminó la enseñanza nos fuimos todos a comer a cuenta del monasterio. Allí se formaron grandes filas en las que estábamos monjes, devotos y ejército-policía.

Nuestro amigo Gyatso, entrado de forma ilegal, con nocturnidad y alevosía, en el valle de Nubra, quedó atrapado en la cola de las fuerzas del orden, quedando su imagen retratada para la posteridad y para nuestra risa, entre la miradas perplejas de estos, que nada sabían de lo que nos traíamos entre manos.


Cuando después de la comida volvíamos a la explanada para la siguiente sesión, nos encontramos que a la vez llegaba el Dalai Lama con su enorme sombrilla azafrán, pero aunque corrimos hacia él, con especial entusiasmo por parte de Alicia, no pudimos alcanzarle, pues la gente, arremolinada a su alrededor, formaba una barrera infranqueable.

La sesión vespertina consistió en una ronda de preguntas y respuestas de diferentes monjes. El Dalai Lama y sus acompañantes tan sólo escuchaban y casi nunca comentaban o apostillaban lo allí hablado. Tampoco en esta parte hubo traducción, pero junto con Alicia me pude situar en un micro espacio polvoriento en el que me dolían terriblemente piernas y culamen, delante y bastante cerca del escenario, así que pude sacar certeras fotografías del momento.

Como la ronda de preguntas y respuestas se hacía interminable, los asistentes, monjes y pueblo llano, también un poquitín el Dalai Lama, empezaron a sucumbir, dando cabezadas a diestro y siniestro.

La jornada terminó sobre las 4 de la tarde para alegría de todo el personal, que el cultivo del espíritu está muy bien, pero no se puede alcanzar el nirvana en un sólo día.
Por la explanada rondaban niñitas pedigüeñas, profesionales de la materia, pues ya las habíamos encontrado en Leh y por cualquier sitio por el que pasábamos. Así que Alicia al verlas, las saludó y les dio una buena dosis de carantoñas.

Después marchamos caminando hasta el palacio de Sumur, antigua residencia de los reyezuelos del valle, ahora en estado semiruinoso, pero en un escenario espléndido de montañas y estupas. A la vuelta hacia nuestro alojamiento escuchamos música tradicional así que nos dirigimos hacia allí. Se trataba de un grupo folclórico que tocaba y bailaba para un grupo de turistas rusos en el jardín de un hotel. La música, a base de dulzainas y tamboriles ladakhis eran acompañada por un sosísimo baile de mujeres ricamente engalanadas. Uno de los rusos, demasiado parecido a Vladimir Putin empezó a hacer señas a las mujeres rusas, y me temí lo peor. Efectivamente, minutos después aparecieron todas ellas vestidas con las prendas típicas y pusieron a bailar junto con el resto del grupo. Afortunadamente, el espectáculo no duró mucho.
Y como colofón transcribo las notas de Alicia de esta primera ronda de enseñanzas del Dalai Lama tomadas entre el calor, las sombrillas, las patadas de los vecinos, y con el traductor que se atascaba; son por ello incompletas, pero pueden dar una buena idea de lo contado:
Cuenta el Dalai Lama que lleva 50 años en el exilio, ha viajado por todo el mundo y comparado las distintas tradiciones y religiones. Muchas creen en dios y sus creencias se basan en la fé, pero en el budismo no existe la fé.

En el budismo no se toman las enseñanzas del Buda como un hecho, solo porque sean las enseñanzas del Buda. Hay que usar la mente, estudiando y analizando, porque el conocimiento no es lo único, hay que entender y practicar.
En India conviven casi todas las religiones del mundo. La mayor parte creen en un dios creador, pero el budismo no tiene un dios, habla de la existencia interdependiente de todas las cosas, pues nada existe aislado de lo demás.
Cuando se estudia hay que tener sabiduria, porque sobre lo estudiado hay que reflexionar una y otra vez, analizando para ver las cosas como son realmente.

La compasión y la práctica de la paciencia son sabiduría.

Sin un método para hayar la sabiduría, el buda no se hubiera iluminado, ya que las cosas no suceden porque sí, vienen de la causa y la condicion.
La ignorancia es ver las cosas de manera diferente a lo que realmente son. Al final, lo que existe es la vacuidad o vacío, y ese conocimiento es la conexion que hace desear la liberacion personal y de todos los seres humanos.
Hay que entender la vacuidad para poder entender el karma, pero para entender la vacuidad hay que realizar guru yoga, la conexión con el maestro. La mente del estudiante y la del maestro tienen que ser inseparables porque el maestro es el cuerpo de todas las deidades, budas y protectores.
El mundo interno y el externo son puramente designados por la mente, uno no existe como autoexistente, como suficiente, no hay nada que sea independiente, simplemente todo es una mera designacion, un nombre o etiqueta que le damos a las cosas. Algunos eruditos dicen que no hay nada externo aparte de la mente, y para transformar la mente hay que meditar en la vacuidad, la nada, el vacio.

Cuando analizas una persona y la buscas, ¿dónde la buscas?, ¿en el cuerpo, en la mente?, en realidad es un conjunto de partes, y finalmente te das cuenta de que no hay persona, que no se puede encontrar. Si entiendes bien la vacuidad, lo que tu ves no es lo que ves, o no es lo que es.....
La ignorancia es la culpable del sufrimiento y de las cosas que nos suceden en el samsara (la rueda de la vida), pero hay un sufrimiento que se puede cambiar, y ese sufrimiento nos puede traer la felicidad.

Todos los seres humanos sufren, y a pesar de que los seres humanos quieren la felicidad, destruyen las causas de la felicidad. De la ignorancia viene el deseo, el apego o el sentirnos importantes, y eso nos hace sufrir. Si sientes que los demas son mas importantes que tu, eso te traera felicidad, pero si por contra te crees más importante y mejor que los demas, eso te traerá sufrimiento.

Tienes que mirar y pensar en tu sufrimiento para poder ver el sufrimiento de los demás, y saber que el sufrimiento, como todas las cosas, es impermanente.
Hay tres tipos de sufrimiento: el sufrimiento del sufrimiento, asociado con las sensaciones desagradables; el sufrimiento inconmesurable, que es el sufrimiento de nacer, de vivir y de morir; y el sufrimiento del cambio.

Se estará sujeto al sufrimiento mientras estemos en el samsara. Del samsara se sale cuando estemos libre de los engaños de la mente, alcanzando el nirvana o iluminación.
La ignorancia, las emociones que nos perturban y las huellas mentales no son la verdadera naturaleza de la mente. La mente necesita claridad, la verdadera mente es la de la luz clara, que no se destruye con las emociones perturbadoras.

Para liberarse de las emociones destruccivas o perturbadoras, aquellas que nos torturan, tenemos que tener compasión por ellas, sí, ¡tener compasión de las emociones que nos estan destruyendo!, Sólo con eso no se alcanza la iluminación, pero con el esfuerzo para tener una transformacion, el estudio, el análisis y la práctica se avanza por el camino de la iluminacion.
Cuenta que un monje de Sri Lanka le contó que a través de las prácticas tántricas se puede conseguir dinero, riqueza y larga vida. El tantra es fantástico, pero también muy peligroso porque con él se trabaja el enojo y los deseos para saber encauzarlos y llevarlos por el camino correcto. En el tantra se hace meditación en la que uno mismo se imagina y se convierte en una deidad.

Así que cuidado con las prácticas tántricas.
Hoy en dia muchos importantes científicos del mundo se estan interesando por el budismo, con los cuales se debate sobre ciencia y filosofia.

Si te preguntan qué es budismo, budismo no es visitar gompas (templos) y recitar mantras, budismo es un punto de vista filosofico de la dependencia de las cosas, del método para terminar con el sufrimiento, y de la no violencia. Y si te preguntan qué es la dependencia de las cosas, les dices que ¡¡es algo muy complicado!! (esto lo dice en broma y se rie, porque en realidad se trata de un concepto filosófico complejo que no se puede explicar ni entender de forma rápida).

7 comentarios:

  1. Juan , que modosito eres apra relatar!!!la verdad es que el dueño del camping de sumur, me grito, me insulto,salvajemente! y por mas de media hora!!...creo que es el primer hombre en mi vida que me grita y sobrevive al intento..., no me quedaba otra!, hacerme la buena e indefensa turista, ya que la otra opcion era dormir entre los repollos y guisantes de su huerta, o la intenperie en cualquier descampado, asi que a callarse!!!!,y asi fue que pudimos dormir, la monja, el chino, la polaca, tu y yo, despues de un largo dia de viaje y trafico de chinos, y a pesar de todo solo dormi en un pedazo de cama, que lo tuve que compartir con monja y polaca. Y lo peor de todo es que el dueño nunca me lo perdono, me odio los 4 dias que estuvimos alli.

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  2. Sí Juan, te libraste de las inundaciones de Leh..
    y del atentado de Moscú, del terremoto de China..
    ¿Dónde dices que estás ahora?

    ;-)

    jajaja

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  3. Hola!! soy Jose de corrientes, argentina, llegamos al blog po recomendacion de alicia, quien es amiga de la adolescencia de Hildi, mi esposa. Leer tus coentarios es como estar presente en el lugar de los hechos. Seguros estamos que habra sido una experiencia increible, estar tan cerca de la persona que uno admira y pretende ser como ella, no se... me imagino que seria como estar cerca muy cerca de Jesus para nosotros los cristianos.
    Felicitaciones por la cualidad inconmensurable que tenes para relatar. Aprovechamos tambien este espacio para abrazar y besar a alicia, a quien mi esposa Hildi no ve desde los 17 años.
    abrzos coriales Jose e hildi

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  4. Hola Juanjo, que charla budista más interesante te has marcado, y el pedazo publireportaje del Dalai Lama, te voy a contratar de enviado especial. Las afotos son buenísimas.
    Un saludo zamorano.

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  5. me pareceis un monton de mierda alegre.........................

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  6. Mierda la tuya bonito, la que tienes en la cabeza. Pero si,si, somos alegres divertidos, viajeros, disfrutamos de la vida, cosa que tu al parecer no haces,
    que mala es la envidia amigo...que mala!! mientras tu, desde el sillon de tu casa y seguramente aburrido lees esto, nosotros lo vivimos, lo sentimos, nos reimos y divertimos, vemos el mundo conocemos la gente que vive en el...si a eso le llamas mierda, que pobre tiene que ser tu alma... pero como buena budista tengo compasion de ti y de tu amargura.
    y por lo menos da tu nombre, asi sabemos quien eres, o no te animas??
    abrazos
    Alicia

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  7. Que haya paz, la mierda es parte fundamental del mundo. De hecho, el universo está formado en sus tres cuartas partes de mierda.
    Por cierto, no soy tan alegre.

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