jueves, 22 de abril de 2010

LIVING IN KATHMANDÚ, 2ª PARTE (SÍ, EL REGRESO)

Llegué a Kathmandú la tarde vieja nepaleña, esa noche sería año nuevo, el 2.067. Pregunté a alguno qué sucedió hace 2.067 años pero no me supieron responder (quizás no me entendieron, quizás no sabían cómo explicarlo, quizás no sucedió nada).
Digamos que yo no tenía el frac preparado para esa noche, por lo que decidí tomarme los alcahueses en la habitación del hotel.




A la mañana siguiente acudí raudo y veloz a la embajada de la India para obtener el visado. La chica argentina de Chtiwan me había dicho que de tardar un sólo día nada, que tardaban una semana en dar el visado. A pesar de que en la embajada es territorio indio y se aplica estrictamente el calendario indio, ese día estaba cerrada. Paciencia.
Al día siguiente volví, y ya abierta y en medio del caos, pude rellenar una hoja de telex para que lo enviasen a la embajada de la India en Madrid, y tras una semana se me extendiera el visado. Además los muy sádicos te obligan a pagar 300 rupias por el envío de fax, que digo yo que podrían buscar un fax más barato.



Daniel regresó de Pokhara y quedamos para comer y cenar y me dijo de hacer una excursión por el valle de Kathmandú con Dharma como guía.
La excursión la preparamos con Dharma, el cual tras desembarazarse de otras obligaciones, podía ser nuestro guía. La excursión fue la denominada PANAUTI - NAMO BUDDHA - DHULIKHEL y la recorrimos el 16 de abril.
Un taxi nos recogió del hotel de Daniel (al que yo había ido a las 7 horas a desayunar) y nos llevó hasta Panauti. Esta es una población que tiene varios templos hinduístas, uno de los cuales puede ser el más antiguo de todo Nepal. Además en ellos se celebran funerales/cremaciones. Paseamos someramente por el lugar, y después seguimos camino hacia Namo Buddha. Atravesamos el valle, muy verde, actualmente con plantaciones de patatas. En las zonas con más desnivel el terreno estaba conformado por terrazas y en las laderas más empinadas de los montes, la floresta era la predominante


En nuestro camino atravesamos aldeas, casas de labradores y saludamos al paisanaje. Además, Dharma iba buscando a una mujer a la que meses antes, realizando la misma excursión, habían hecho una fotografía con su hijo recien nacido.

Tras un par de horas de caminar fuimos llegando a la colina de Namo Buddha, un lugar donde estuvo retirado el señor Siddharta Gautama para meditar y donde se encontró a un tigre que iba a devorar a una vaca. El buda para evitarlo (que la vaca es sagrada, oiga) se cortó un trozo de carne de su muslo y se lo ofreció al tigre. !Vaya tiaco! ¿es eso el camino del medio?



Para llegar a Namo Buddha se asciende por la pista hacia la cima de la alta colina, dentro de un bosque. bien fresco. Según se va llegando al lugar, se empiezan a ver las banderas de oración por doquier. En la parte alta de la colina está la estupa y una serie de edificios entre los que hay tiendecitas, restaurantes y similar.
Comimos en un restaurante los bocadillos de pan de pita que nos había preparado Asmita, a razón de dos para cada uno, un bocadillo era de tortilla y el otro de fuet que sobró del cumpleaños de Daniel.
Lo que en el lugar consumimos fue la cerveza Everest, muy apropiada por el país y por nuestro guía. Dharma nos dijo que conocía al sherpa que aparece en la etiqueta de la cerveza y que es su amigo. También conoce a Juanito Oliarzábal con el que estuvo en una expedición fallida al Makalu.
Dharma consiguió colocar al montañero más viejo en la cima del Everest, pero la excesiva edad del señor hizo que los tiempos de ascenso y descenso se alargaran y lo acabara pagando Dharma, quedándose descolgado y pasando la noche por encima de 8.000 metros. Cuando llegó él solo al campo base, sus compañeros de expedición ya se habían marchado, por lo que tuvo que seguir él solo. Resumiendo, aparentemente le dejaron tirado, una vez conseguido el objetivo de la expedición.


Después de comer subimos hasta la cima de la colina donde había más banderas de oración y una pequeña estupa. Desde allí la vista era medio fantástica (la otra mitad se la llevó la bruma), con los edidicios monásticos en primer plano, el bosque, las tierras de cultivo, y las aldeítas al fondo.


Después de tan estupenda caminata y lugares visitados cogimos de nuevo el taxi y nos dirigimos a Dhulikhel. Allí, con pocas cosas que ver, nos asomamos al mirador de un parque que daba a la carretera de Pokari, en la frontera con Tibet, y por dónde nosotros habíamos llegado a Kathmandú.


La vuelta a la ciudad fue más o menos espantosa. 60 kilómetros en más de dos horas, con calorazo, con la carretera en obras y con un tráfico densísimo y alocado.

Los siguientes días que compartí estancia en Kathmandú con Daniel quedábamos para comer y para cenar, en el que casi siempre se empeñaba él en pagar. !Gracias Daniel! Pudimos probar el restaurante con la mejor carne de todo Nepal, volver a comer comida a la española en el Asmita, y visitar de nuevo un típico y elegante restaurante nepalés de la ciudad.

Finalmente se volvió Daniel y me quedé solo en Khatmandú. Ante mí tenía que solucionar diferentes asuntos antes de partir para Pokhara y hacer el trekking de los Annapurnas. Conseguí ampliar mi visado de Nepal en 35 dias más (vale 2 dólares por día), me saqué el permiso de trekking en el Annapurna (para no tenerlo que hacer en Phokara y perder allí tiempo) y finalmente pude conseguir el visado de la India.
Además, luchando contra la pereza de visitar tiendas, me hice un recorrido y me acabé comprando un chaquetón goretex xcr, más unos pantalones chubasqueros también algo gores. Con ello cogí toda mi ropa de abrigo anterior, salvo la interior térmica, y junto con lo comprado en Lhasa me fui a la oficina de correos y me lo preparaon todo para enviarlo a Madrid. La preparación tiene su aquel porque hay un inspector que revisa lo que vas metiendo en la caja, luego hay una mujer que cubre la caja con una tela y la cose a mano, y otro señor que le echa lacre a las costuras para que se vea que no se ha abierto. Bueno, pues 10 kilos de envío certificado pero sin prisa, junto con lo que cobran por la mano de obra de toda la gente preparando el paquete, unos 70 u 80 euros. Que no merece la pena, señora.



El grueso del tiempo de mi segunda parte en Kathmandú la he dedicado fundamentalmente a poner al día el blog y mi diario; que la gente me pregunta que si soy escritor, de tanto bolígrafo que estoy gastando.
Además estuve una tarde en casa de unos nepaleses que viven alquilados en el hotel y que estaban muy interesados en que les explicara conceptos de fotografía porque hacen fotos a artesanía nepalesa para catálogos y para una tienda en la web.



Ahora sigo esperando el paquete con mi ordenador y el objetivo de la cámara, pero debía haber llegado hace 5 días y nadie sabe dónde está. Correos de España dice que llegó a Kathmandú y en la oficina de aquí me han mostrado que no ha llegado. No sé qué pensar, pero lo voy a dar por perdido y me voy a marchar.Tenía pensado hacerlo mañana día 23, pero tras visitar a Annapurna Scenary Treks & Expedition me han dicho que me espere a ir hasta el sábado porque mañana será un buen día para ir de nuevo a comprobar si ha llegado, al ser el último día laborable de la semana y hacer dos que me fue enviado desde España.
Como el trek de los Annapurnas me va a llevar más de 20 días, si al terminar me dicen que han recibido el paquete, el bueno de Subash me lo enviaría por autobús para recogerlo en la estación de Pokhara. Por cierto, que esto del correo es una mierda, caro y malo ¿quién da menos?


10 comentarios:

  1. HAPPY NEW YEAR 2067, QUÉ PASADA!!
    VIVA CORREOS ESPAÑA!!Nunca pensé que alguien diría eso.
    Saludos Donbenitenses

    ResponderEliminar
  2. Hazte una foto con tu nueva chupa gore-tex para ver que tal te queda. ¿Qué tal el año 2067? Por aquí en el 2010 todo igual. ¿Cuándo vuelvas del futuro tendrás paciencia con el árbol de los cuarenta escudos? No sé ni lo que digo, quedan menos de tres horas para ir al Calderón. Cuídate y si escuchas voces dentro de tu cabeza, soy yo.

    ResponderEliminar
  3. Hola Juan, somos Emi y Xavier de Catalunya, Dani nos ha pasado el link de tu blog para que vieramos tus fotos con Dharma.
    Dharma estuvo en nuestra casa para ser operado de las manos y luego le estamos ayudando con el B&B. Por cierto se come muy bien.
    Queriamos decirte que tengas mucha paciencia con el correo, quizas ya estarás en Kuala Lumpur si es que vas a ir. Porque en navidades le enviamos un paquete a Dharma i Asmita y creo que llego a finales de febrero. Otra cosa si tienes en número de envio lo puedes mirar por internet en www.correos.es.
    Si vuelves al Asmita B&B da recuerdos a toda la familia de Xavier i Emi.
    Si necesitas ayuda para el paquete Dharma y Asmita son de super confianza.
    Bueno buen viaje y buen trek.
    Adios y saludos,
    Xavier i Emi.

    ResponderEliminar
  4. Hola Emi y Xavier, gracias por la información (y por los ánimos) respecto al correo. He estado esta mañana una vez más en la oficina postal y me han dicho que nones. Mañana ya saldré para Pokhara.
    Os mando mis felicitaciones por la gran ayuda que habéis proporcionado a Dharma, Asmita y familia, son una gente realmente estupenda. En este mundo es necesaria más gente como vosotros.
    Saludos,
    juanj.

    ResponderEliminar
  5. A Kabuto y a los atléticos, felicidades (de momento) he leído la crónica del partido, gol churrero de Forlán, pero gol vital.
    Por cierto, el otro día hablando con unos israelíes en la terraza del hotel, uno de ellos se sabía casi toda la alineación del atlético y decía que era uno de los más grandes y que su juego era el más especial de todos. Ahí queda eso...

    ResponderEliminar
  6. 70 - 80 euros!!

    Te han timado!!

    El año pasado envié varios paquetes desde Rishikesh, y ni el de 14 Kg. llegó a 35 euros!!
    Cosidos con su tela y todo..

    (El de 5 Kg. creo que costó unos 15 euros)

    Lo más curioso fue que me dijeron que iba a tardar un mes (no elegí 'por avión') y casi llega antes que yo.. jaja . Tardó unas 2 semanas. Cosas curiosas que pasan ;-)

    ResponderEliminar
  7. Emilio :-)
    Anda, ve a correos y pregunta cuánto vale enviar 1.502 gramos a la India..
    Te aseguro que harás lo imposible por quitarle un trozo al paquete para que pese 1.498 g.
    jajajajaja

    ResponderEliminar
  8. Hola Tina: pues igual me han timado, pero el inspector me dijo que ahora todos los paquetes van por avión porque los demás servicios han sido cancelados. No sé, pero creo que no voy a comprar muchas más cosas.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Por si acaso, cuando llegues a otros destinos, entra en correos y pregunta precios, porque es una pena que te quedes sin comprar libros, telas o cachivaches por esta razón.
    Ya no es por el precio de los libros, que ya es una pasada, sino por la temática variada e interesante que encuentras.
    Y luego está el ideal de quitarte peso de la mochila, porque la 'dichosa' pesa nada más salir de casa... jajjaa.

    ResponderEliminar
  10. Ahora mismo voy a Katmandú con el tío de la vara y arreglo esto como es debido.
    Saludos correísticos

    ResponderEliminar