viernes, 26 de febrero de 2010

PRIMER DESTINO... MADRID

Es viernes 26 de febrero y estoy en... Madrid. Sí. Ayer no pudimos coger el vuelo Madrid - Berlín de EasyJet porque se había cancelado, supuestamente por la huelga de controladores de Francia. Al llegar había ya unas colas tremendas de gente intentando informarse, reclamar o cambiar su vuelo. Todo entre una gran confusión porque el servicio de las compañías aéreas es patético. Mi amigo Christian se colocó en una cola y yo en otra. Estuve más de dos horas sin saber para qué era esa cola (el resto de la gente tampoco lo sabía muy bien). Al final llegó Christian antes a su mostrador y al intentar cambiar el vuelo, ya sólo quedaban tres plazas para el domingo a las 20h10.

Yo lo cambié para esa fecha, pero Christian anuló su billete. El comienzo del viaje consistía en que Christian y yo íbamos a Berlín a pasar el fin de semana juntos, él se volvía a Madrid el lunes por la mañana y yo continuaba viaje. Esta es la razón por la que él anuló el suyo: no tiene sentido ir a Berlín para unas 8 horas después regresar.
El volver a casa a la hora en que debía estar en Berlín me dejó totalmente desubicado: volver al  hogar, pero también pensar que yo no debería estar aquí.
Metabolicé el hecho y pensé que bueno, es curioso, pero el primer destino de mi viaje era mi propia casa, paradojas de la vida.
Bien ¿y quién se puede fiar de las compañías aéreas?... por algo yo quiero hacer el viaje por tierra y por mar. ¿Quién me asegura que el domingo por la noche no se anulase también el vuelo? si esto fuera así se me desmoronaría mi planificación del principio del viaje, ya que el lunes salgo en tren para Moscú y ya tengo comprado el billete y las reservas de los hoteles de allí.
Decidí que dado que ya no iba a pasar el fin de semana con Christian en Berlín, debía volver a mi idea original de hacer todo el trayecto por tierra, así que me puse a buscar un autobus Madrid-Berlín por internete.
No hay autobuses Madrid-Berlín, pero sí Madrid-Hamburgo y que además sale  hoy viernes a las 16 horas desde la estación de Méndez-Álvaro. Compré el billete por teléfono (160€, espero que sea cómodo) y también una noche en un YouthHostel de Hamburgo, junto al puerto.
Llegaré a Hamburgo sobre las 22 horas del sábado, me iré al Hostel y en la mañana del domingo cogeré otro autobus (espero) que me lleve a Berlín. Allí iré a la casa de Stephan, el hermano de Christian, al que saludé una vez.

Bueno, vaya comienzo de viaje más estrafalario: pero no hay que ofuscarse, hay que fluir y actuar en el momento justo, sin intentar luchar contra lo inevitable. Las fuerza hay que ejercerla en los lugares y en los momentos adecuados.

3 comentarios:

  1. La toma de decisiones rápidas ante las adversidades es una muy buena cualidad para un viajero...con las compañías aéreas se sabe cuando se llega pero nunca se sabe cuando se sale.

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  2. Ánimo Juan!
    Esa adversidad inicial no hace más que indicar que vas en el buen camino...

    ;Maldö

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