domingo, 7 de marzo de 2010

UNAS VISITAS MUY SOVIÉTICAS

El domingo lo dediqué a dos actividades muy soviéticas. La primera fue visitar el mausoleo de Lenin y la segunda, el museo Cosmológico.
Siendo como era domingo, sabía que tendría que esparar cola para ver a Vladimir, pero como el lunes no se puede visitar y el martes por la mañana me marchaba, no me quedaba otra.
Hacer cola a cinco grados bajo cero es algo duro, y más si muchos de los que están en la cola intentan colársete. Era una lucha callada para no perder el sitio y para no quedar en la parte externa de la cola más expuesta a los elementos. Yo fui adelantado en varias ocasiones y casi siempre estaba en la parte exterior. No soy ruso y no tengo la experiencia de esta gente.

Tras hacer una primera cola había que pasarse por una taquilla para dejar todas tus pertenencias, cámaras de fotos, cuchillos y armas de fuego en general. Se ve que el gobierno ruso teme que maten a Lenin.
Después me puse en la segunda cola ya más resguardado entre los visitantes para pasar bajo un arco. A continuación se avanza a los pies de la muralla del Kremlin junto a las lápidas de los personajes que contribuyeron a la revolución en Rusia. En el centro de la Plaza Roja, pegado a la muralla del Kremlin está el mauseleo de Lenin. Una gran caja de mármol rojo y negro al que se ha de pasar de uno en uno. Soldados vestidos con largos abrigos grises y gorros de pelo vigilan cada esquina del recinto. Las mujeres se deben cubrir la cabeza y los hombres descubrírsela. En el centro interior del recinto, elevado sobre el punto de entrada y salida, está la urna que contiene la supuesta momia de Lenin. Una escalera te eleva hasta la altura de la urna y otra desciende hasta el nivel inferior para salir de nuevo al exterior. La visión de Lenin puede durar como unos 20 segundos, pues no dejan detenerte. Yo lo que hice fue caminar lo más lentamente posible, casi ridículamente lento vigilado en todo momento por 3 soldados firmemente dispuestos. De esta manera creo que pude disfrutar de tan solemne momento casi un minuto y medio. El entorno que forma este recinto interior es de la máxima seriedad e impone silencio y temor. Respecto a la momia, llama la atención la diferencia entre las partes visibles del cuerpo, cabeza y manos y el resto del cuerpo que es sumamente plano, como si de una marioneta de trapo se tratara.
Como no se pueden hacer fotos, he localizado una en internete que es la que incluyo aquí.
Tras salir del mauseleo se continúa por los pies de la muralla con estatuas conmemorativas de los presidentes de la URSS. Todos tienen flores, pero me llamó la atención que en la de Stalin había una montaña de flores, más que en ninguna otra. ¿Quiénes añoran de esa manera al mayor asesino de la historia?
Para visitar el mauseleo de Lenin tuve que esperar como una hora a 5 grados bajo cero y la visita como tal no llegó a los 2 minutos. Mereció la pena? Una vez echo sí, pero cuando aguardaba la cola me acordaba de la madre de la URSS.

A continuación me fui a visitar el museo cosmológico. Está ubicado bajo un monumento conmemorativo a las azañas espaciales soviético-rusas. Se trata de una estela de unos 30 metros de altura con planchas de titanio coronadas por un cohete. Mientras lo fotografiaba corría un viento helador a -8º que me dejó las manos paralizadas y heridos los ojos. De hecho me estuvieron escociendo todo ese día. Hay que tener cuidado con el viento helador de Moscú.
En el interior del museo se pueden encontrar todas las azañas de la cosmonáutica, desde los primeros satélites, los perritos voladores, una réplica de la cámara de navegación de la estación espacial MIR, trajes espaciales, comida espacial, todo tipo de material, réplica de las bases de lanzamiento de cohetes, naves lunares,... algo fascinante para mí. Una vez terminada la visita, volví de nuevo a entrar en la réplica de la MIR. Aquí os dejo algunas fotos de este museo.


2 comentarios:

  1. Por fin veo alguna foto típica de turista, ya era hora después de 15 días de viaje!!!.VIVA LA REPÚBLICA.

    ResponderEliminar
  2. Que grande Moscú! ahora con tus fotos me da pena haberme perdido el museo cosmonauta!!


    Rodri

    ResponderEliminar