sábado, 6 de marzo de 2010

EL METRO DE MOSCÚ

Entre el sábado por la tarde y el lunes por la tarde estuve visitando las estaciones del metro de Moscú más atractivas. Son aquellas que se construyeron hasta los años 50 y son como palacios subterráneos, arte para el pueblo. Visité las estaciones de la línea 1 que es la más antigua, y las de la línea circular que para mi son las más bellas. Tienen sobrerelieves con motivos patrióticos sobre la revolución, el deporte, el trabajo y los ideales socialistas; también hay mosaicos y molduras; y casi todas las estaciones en lugar de fluorescentes tienen grandes lámparas. Los espacios más sobresalientes suelen ser los andenes de las estaciones, pero también este arte decorativo está en algunos pasillos, entradas y distribuidores interiores.

Los andenes son muy espacios y eso es porque en lugar de haber un anden para cada sentido de la línea, el anden es común situado en el centro, estando las vías a cada lado del andén. Los vagones del metro son algo viejos pero son muy espaciosos y cabe mucha gente sentada y de pié.
Además y por si fuera poco, el tren de Moscú es muy rápido, no se detiene en los andenes más de la cuenta, ni por supuesto en los túneles. La frecuencia es muy alta. En hora punta cada pocos segundos aparece un nuevo convoy, y en horas de poca afluencia el tren tarda entre dos y tres minutos en aparecer.
Con esta situación, se puede atravesar Moscú en una media hora, muy alejado del de Madrid, en el que entras echo un chaval y sales ya anciano.
Lo peor para mi era que las estaciones están poco señalizadas, y por supuesto en caracteres cirílicos, por lo que la manera que yo tenía de llegar bien a los sitios era contando las estaciones y revisando cuando podía algunas de las letras que alcanzaba a ver para encajarlas con el plano.
El metro está muy concurrido a todas las horas del día, está extremadamente límpio y está constantemente vigilado por patrullas de policías y de agentes del metro. También se suelen ver soldados que si tienen que echar una mano en perseguir a alguien, seguro que lo hacen de buen grado.
En el metro viví un amago de peligro, el único que he tenido hasta la fecha. Estaba en una estación de la línea circular haciendo fotos cuando vi a dos tipos apoyados en la barandilla de las escaleras que comunicaban con otra línea. En un momento comentaron algo y uno de ellos se dirigió hacia mí con premura. Yo vi este movimiento y reaccioné yendo rápidamente hacia la masa que esperaba el siguiente tren. Me disolví entre los moscovitas y perdí de vista a los supuestos atacantes, y ellos me perdieron de vista a mí. No por ello me amilané y seguí haciendo fotos en esa misma estación. Era ya el sábado por la noche y estaba bastante cansado. Dos estaciones más y me volví para el Hostel.
Y claro, ahora no pueden faltar las fotografías del metro de Moscú. Espero que las disfrutéis.

2 comentarios:

  1. Impresionante,supongo que no habrá goteras y olor a mugre?

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  2. Pero si en vez de un metro parecen palacios ¡¡¡¡
    Que gozada hacer fotos ahí ¡¡¡¡
    Mucho cuidado Juanito con los atracadores ¡¡¡¡
    Un beso

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