martes, 28 de diciembre de 2010

GEORGETOWN EN SALSA ROSA (ISLA DE PENANG, MALASIA)

Y así, el 19 de diciembre por la mañana, tomé un barco-taxi en la playa de Ton Sai que me llevó a la playa contigua de Ao Nang, provincia de Krabi, Tailandia. Siguiendo las instrucciones que me habían dado en la agencia de viajes, me aposté junto a una oficina de la Policía esperando a que vinieran a recogerme mientras comenzaba a llover con fuerza. Por allí había más turistas esperando y todos fueron yéndose según venían a por ellos. Yo empecé a mosquearme porque debían haberme recogido sobre las diez de la mañana, ya eran las 10h30 pasadas y por allí no aparecía mi salvador. Pero ya cerca de las once vino un chico, y tras comprobar que era yo a quien buscaba, me indicó que me subiera a un minibus y comencé la marcha hacia Malasia.

lunes, 20 de diciembre de 2010

TAILANDIA, UN BUCEADOR MENOS (BANGKOK, KOH TAO Y KRABI)


PARTE I. DE NUEVO EN BANGKOK
     
Fue a las 6h30 de la mañana cuando mi autobus procedente de Ubon Ratchathani la población fronteriza con Laos, llegó a una enorme estación a 15 kilómetros del centro de Bangkok. Para salir de allí solo veía taxis, pero no tenía ni la más mínima intención de tomar uno para ir hasta el centro, pues mi general aborrecimiento de esta casta de timadores (opinión basada en la experiencia), me hace evitar en lo posible el caer en sus garras inmisericordes. Así la cosas, intenté descifrar los carteles de por dónde podría pasar algún autobus que me transportara. Siguiendo mi mapa de la ciudad salí por el este de la estación, caminé por una avenida-autopista y me aposté en una parada. Estuve allí un buen rato pero no paró ninguno de los autobuses que espaciosamente pasaron. Detrás mío cruzó un señor haciendo footing y rato después, cuando este ya daba la vuelta de su entrenamiento, me preguntó que qué hacía. A mi respuesta me dijo que ahí raramente paraba ningún autobus y me indicó a dónde debía ir, advirtiéndome que el centro estaba lejísimos y que debía combinar varios autobuses hasta poder llegar. Le contesté que no me importaba, que yo era un viajero de los duros de pelar.

jueves, 2 de diciembre de 2010

SUR DE LAOS: UNA ISLA EN EL MEKONG Y UN TEMPLO MÁGICO BAJO LA MONTAÑA

Llegué a Pakse a las seis y pico de la mañana y esperé a que saliera el siguiente autobus hacia el sur, pues mi destino era Champasak a unas decenas de kilómetros, donde tenía pensado visitar Wat Phu, el enigmático complejo jemer.
Una hora después, a las siete y media, partió el autobus, en él íbamos una buena parte de los viajeros que veníamos desde Vientiane, pero casi todos continuarían hacia la región de las 4.000 islas del Mekong, fronteriza con Camboya. Pensaba que ese sería mi siguiente destino tras Champasak, pero nunca llegué. Ya veréis porcuá.